Tuesday, April 27, 2010



La tibieza de eter que a bocanadas aspiro.
El cobalto que lo cubre todo con una claridad inaudita.
El vuelo imperturbable de las gaviotas, placido e inquebrantable en el que se enaltece el letargo asomo de la brisa marina, en su corriente suave, salada, como cornisa de lino.
Una viva visión se precipita en el espacio eterno donde la libertad me rae, percibo su sabor en mi boca con una placidez que lo cubre todo.